Somos tan soberbios que creemos poder pensar como Dios, creemos conocerlo, pero realmente no
tenemos la capacidad mental para entender ni una m�nima parte de lo que es Nuestro creador.
Dios me permiti� ir conociendo ese amor = Sacrificio que �l nos dej�, no el amor
sentimiento, que si bien es una sensacion aradable y digamos es el inicio, eso no es el verdadero
Amor, y fu� creando en m� el interes por una busqueda del crecimiento espiritual, para poder
participar de todo lo que El nos tiene preparado.
Conforme pas� el tiempo El se encarg� de irme proporcionando m�s lecturas referentes a �l, de
sus sentimientos, de como crecer espiritualmente, de como ir aplastando el Yo, ese ser que tanto
nos detiene para ir hacia la uni�n con Nuestro Se�or, y as� sigui�, vino el tiempo en que una
hermana y yo, haciamos sacrificio por Nuestro Se�or, para ayudar a otras almas para su salvaci�n,
y le ped�amos a Dios nos pusiera en el camino a otras personas que buscaran lo m�smo y pasaba
el tiempo y no ve�amos claro, segu�amos solas.
Lleg� el d�a en que Nuestro Se�or nos permiti� conocer el grupo de La Misi�n de la Virgen del Rosario,
pasabamos por una parroquia la de San Felipe de Jes�s y vimos una manta donde informaban de una
platica sobre la Virgen, fu�mos y conforme iban hablando nosotros nos ibamos identificando cada
vez m�s y m�s, al grado que le dije a mi hermana que por f�n habiamos encontrado lo que le pediamos a Dios Nuestro
Se�or.
PAra que conozcas m�s de la aparici�n
solo da un clic en el Letrero de la Misi�n
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Continuamos en las pl�ticas y posteriormente nos comprometimos cada vez m�s hasta formar parte de
esta grande Misi�n de la Virgen del Rosario y as� pasamos a ser Promulgadoras, gente
totalmente comprometidas con Mar�a Sant�sima en busca de un crecimiento espiritual y La Restituci�n de la humanidad.
Quisiera poder expresarles, la infinita alegr�a que siento de haber recibido esta gran encomienda
que Dios y Ma Sant�sima me han puesto en mi alma. Invito a todos aquellos que sientan esas ganas de ayudar a Dios,
de hacer sacrificio, de dar su vida por Cristo y Mar�a, que conozcan m�s sobre la vocaci�n de ser promulgador.
Que Dios y la Sant�sima Virgen los gu�en y protejan.
Ver�nica
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